¿Me probaste? ¿Demasiada sal? Puede ser, ya caerá, todo sé cae en esta vida, se caen las cosas, edificios y personas. Luego el que puede se levanta, el que no puede se queda sentado, también se está bien sentado… ¿no?
Una de las cosas que da la sal si la tomas en grandes dosis es sed, sí da sed, puedes beber, pero es difícil quitar la sed si has tomado mucha sal. Bebes y bebes y vuelves a beber, (no, aquí no hay peces), pero sigue la sed. Pero hay que tener cuidado con lo que se bebe, eso dicen, se puede beber agua, licor, café, whisky, tequila y ron. ¿Qué prefieres? Te lo sirvo, si lo tengo.
También se pueden beber deseos, ¿bebiste alguno? Yo sí. Beber deseos es divertido, pero primero hay que inventarlos, hacerlos. Lo de materializarlos se lo dejamos al destino, o a la vida, pues no siempre se puede tener todo lo que se desea, muy aburrido sería eso. Lo de beberlos es para que no se pierdan, para que siempre estén dentro.
No, no me olvidé de la sal, te diré algo, seguro que ya lo sabes, te lo digo igual, a veces no hace falta probar la sal para tenerla en la boca, me explico, ¿fuiste al mar? Huele a sal y sabe a ella, no hace falta probar aunque si quieres, prueba.
Hoy amanecí salada, me probaste, lo sé, note tu sabor junto al mío, ¿te gustó? No lo sé, pero al menos lo intentaste.
Me pregunto ¿cuándo esté ácida te acercarás a probar? No lo sé…. Pero quiero saberlo, así que te lo contaré…. Si quieres oírlo luego, claro; siempre con libertad.