martes, 28 de mayo de 2013

Y a pesar de todo seguimos vivos


Pasamos por diferentes fases, algunas gratas otras más amargas y todas dejan su marca.

Esta marca nos hace ser quienes somos, y también nos hace ser como somos.

Irremediablemente lo que nos sucede día a día nos cambia para bien o para mal y nunca más volveremos al mismo lugar, porque jamás podremos volver a la casilla de salida o retroceder en nuestros paso puesto que solo hay una dirección, hacía delante.

No obstante, a veces, nos suele parecer que permanecemos parados en nuestra vida y se acomoda en ella la monotonía, en esos momentos son dónde o nos fortalecemos o nos aislamos de todo y de todos y nos inventamos un mundo nuevo, único y exclusivo donde tenemos la seguridad de que no pasará nada que escape de nuestro control.

Si hacemos lo contrario, nos fortalecemos intentando vivir día a día en esta maravillosa aventura, sin escuchar a nadie y sintiendo todo lo que pasa a nuestro al rededor como si pasase dentro de nosotros.

Entonces salimos de nuestra cueva y cometemos estupideces y errores, de algunos de ellos compartiremos partes y en cambio otros quedarán en nuestro interior, enterrados o a la deriva como lo hace el mensaje de una botella que se tira al mar con el único propósito que se la trague las olas y que con la ayuda de las mareas un día aparezca  en una playa desconocida.

Y a pesar de  todo seguimos vivos.

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viernes, 17 de mayo de 2013

¿Qué hago ahora?


A veces nada sale como habíamos pensado. Intentamos cosas, quizá de manera equivocada, pero nuestra al fin y al cabo.

A veces un gruesa venda nos tapa los ojos y no vemos más. Otras simplemente no podemos hacer otra cosa, duele el abandono, la melancolía.

Quizá sea hora de mirar hacia otro lado, quizá debamos decir basta. Basta de hacer siempre lo mismo, de mirar en la misma dirección, de seguir delante de esa puerta que se cerro, preguntándonos por qué se cerró.

Pero es inevitable, o por lo menos eso creemos o queremos creer porque es más fácil pensar eso que otra cosa.

Una simple pregunta solo una hace falta para movernos, pero quizá no queremos hacerla porque nos asusta como los niños que en realidad somos y papá y mamá ya no pueden ayudarnos.

Esa pregunta es sencilla. ¿Qué hago ahora? Pero como pregunta que es nunca viene sola. Viene acompañada de otras que debemos acallar, porque todo tiene un orden y la primera  pregunta es  la que debemos responder en primer lugar.

Eso sí, debemos responderla nosotros, en este caso no sirve buscar ayuda, porque es unipersonal e intransferible y de nada sirve pedir consejo, se puede hacer, pero las buenas intenciones de los demás no nos ayudan y se quedan en nada.

¿Qué hago ahora? Tres palabras que nos abrirán las puertas y cerraran otras que debemos dejar atrás.

Solo tres palabras pero con mucho poder si estamos dispuestos a concedérselo.

http://www.well-comm.es/wellcommunity/me-acaban-de-despedir%E2%80%A6-%C2%BFque-hago-ahora/

domingo, 12 de mayo de 2013

No estamos solos


Hay miles de personas siempre alrededor nuestro y nosotros nos sentimos solos, completamente solos.

Y es tal el sentimiento de soledad que a veces nos aferramos a las personas que menos nos convienen. Es como si pensásemos que así nuestra vida merece más la pena.
 
http://escuchandopalabras.blogspot.com.es/2012/03/vos-que-te-parece.html

Pero no nos damos cuenta que sea como fuere la vida siempre es, aunque no hagamos nada, aunque nos quedemos quietos, aunque el mundo se nos caiga, la vida sigue.

Y nosotros debemos seguir con ella, intentando siempre recomenzar cosas, trabajar en nosotros mismos, dejando a los demás a un lado en ese momento, aunque siempre ayudando al que lo necesita.

Si nos parasemos en este preciso instante, nos daríamos cuenta que nuestro corazón late, que podemos oír, ver tocar y sentir, que podemos pensar y solo con eso ya es motivo de alegría.

El descubrimiento de hacer cosas que creímos imposibles por no creer en nosotros mismos es algo que nos enseña la vida, quizá un poco tarde pero aprendemos al fin y al cabo.

Todos nosotros podemos ser lo que queramos ser, dejando a un lado el qué dirán y siguiendo la senda que paso a paso marcamos nosotros mismos.

Para eso hace falta voluntad, dedicación y perder el miedo a caerse, porque de las caídas se aprende mucho.

Sobretodo tenemos que aprender que somos valiosos  por el mero hecho de estar aquí, de existir, eso se nos olvida constantemente y debemos recordarlo.

Porque al fin y al cabo no estamos solos, hay vida allá afuera.

domingo, 5 de mayo de 2013

La tormenta


De repente se oyó un trueno y la tormenta me despertó, era la tormenta que esperaba hacía muchos años, pero me pilló por sorpresa, ya no la esperaba, había pasado tanto tiempo…. ¿Cómo iba a pensar que a estas alturas iba a llegar? Pues llegó y era una tormenta muy fuerte, con múltiples rayos y truenos que no dejaban de sonar y alumbrar el cielo

El agua empezó a correr, queriendo cambiarlo todo de lugar, pero las cosas llevaban mucho tiempo en el mismo sitio y se resistían a irse.

Llegó como llegan todas las tormentas, de improviso y sin avisar, era un día gris, pero era costumbre que los días fuesen grises en aquel lugar, por eso sus habitantes no le daban importancia y no esperaban ningún cambio. Todo igual, siempre igual. Pero no podemos esperar que todo se mantenga igual siempre, por que el tiempo varía, un día hace sol, otro sopla el viento… pero la gente de aquella ciudad no lo sabía. A veces se le pasaba por la cabeza que podía pasar algún día, que algún día llovería, pero siempre confiaban en que ese día fuese muy lejano. Pero es que con las tormentas como con la vida nunca se sabe.

El agua corrió y corrió y removió las hojas pues era otoño por aquel entonces, también había papeles en el suelo y mucha basura acumulada en las calles, pero el agua era muy fuerte y se lo quiso llevar todo de repente, pero las cosas y la basura al igual que todos los cambios no se hacen de repente, pueden ser más lentos o más rápidos pero nada pasa de repente. Algo nos avisa de que el cambio y la tormenta vienen, se van acercando, van llegando. Lo notamos porque cambia el viento o de repente sale un sol que no es el que toca y que brilla más de lo normal. Existe la casualidad, pero en las tormentas las casualidades no existen, se ven llegar, siempre que se mire, claro.

Dicen que después de la tormenta, llega la calma, al igual que después de la guerra llega la paz, pero antes de que la calma lo aplaque todo hay que dejar pasar la tormenta.
 
http://www.taringa.net/posts/info/16705694/Tormenta-electrica.html