sábado, 26 de diciembre de 2009

Sal

Hoy estoy salada, tengo sal y no sé como quitarla. Nadie quiere la sal, quieren azúcar y chocolote, vainilla y nata… pero ¿sal? Dicen que es mala, dicen que aumenta la presión arterial, sí eso dicen… pero lo que se les olvida decir es que cura las heridas, ¿nunca lo hiciste? Yo sí, te lo cuento… si quieres…, cuando tengo heridas en la boca pongo sal y ésta las cura. Escuece mucho, eso sí, pero se aguanta, si tienes aguante, claro.

¿Me probaste? ¿Demasiada sal? Puede ser, ya caerá, todo sé cae en esta vida, se caen las cosas, edificios y personas. Luego el que puede se levanta, el que no puede se queda sentado, también se está bien sentado… ¿no?
http://aguilerafederico.blogspot.com

Creo que pregunto demasiado, es uno de los defectos que tengo, tengo demasiadas preguntas sin repuestas, pero no importa, creo que si algo existe, es por alguna razón o quizá no…. ¿te volviste a perder? Lo sé, no lo siento, encuéntrate hombre (o mujer).

Una de las cosas que da la sal si la tomas en grandes dosis es sed, sí da sed, puedes beber, pero es difícil quitar la sed si has tomado mucha sal. Bebes y bebes y vuelves a beber, (no, aquí no hay peces), pero sigue la sed. Pero hay que tener cuidado con lo que se bebe, eso dicen, se puede beber agua, licor, café, whisky, tequila y ron. ¿Qué prefieres? Te lo sirvo, si lo tengo.

También se pueden beber deseos, ¿bebiste alguno? Yo sí. Beber deseos es divertido, pero primero hay que inventarlos, hacerlos. Lo de materializarlos se lo dejamos al destino, o a la vida, pues no siempre se puede tener todo lo que se desea, muy aburrido sería eso. Lo de beberlos es para que no se pierdan, para que siempre estén dentro.

No, no me olvidé de la sal, te diré algo, seguro que ya lo sabes, te lo digo igual, a veces no hace falta probar la sal para tenerla en la boca, me explico, ¿fuiste al mar? Huele a sal y sabe a ella, no hace falta probar aunque si quieres, prueba.

Hoy amanecí salada, me probaste, lo sé, note tu sabor junto al mío, ¿te gustó? No lo sé, pero al menos lo intentaste.

Me pregunto ¿cuándo esté ácida te acercarás a probar? No lo sé…. Pero quiero saberlo, así que te lo contaré…. Si quieres oírlo luego, claro; siempre con libertad.

7 comentarios:

Daniel E. Vieyra dijo...

Me gustaria sorberte, en la sinrazon salada de tu Deseo. Perderme en tu mar suave, humedo, tibio. Acogedor.

Sorber, chupar tus ansias.

tus sabores, tus olores, tus colores.

Ácida ? Acaso eso importa ?

No.

Solo hay algo importante.

Eres Tú.

Nati dijo...

;-)

Daniel E. Vieyra dijo...

Loado sea el administrador que originó el mensaje que me devolvió
tu blog... Lo habia perdido.

Ruego no se considere a esto

un despilfarro de palabras !

La parábola del hijo pródigo, en

misteriosa hipèrbole, me ha

devuelto LA SAL !!!!

I am Happy !!

Daniel E. Vieyra dijo...

He estado en el mar.

Conozco su sabor , su olor , su color.


Conozco la sal del mar.

Bebería la sal de tus deseos.

Unknown dijo...

Sal necesaria
A veces el



dulce hostiga

Nati dijo...

Estoy de acuerdo Juan.
Gracias por el comentario y la visita

Unknown dijo...

Gracias a ti muy pocas veces algo bueno que leer un gusto saludarte