martes, 30 de agosto de 2011

El extranjero

Había una vez  un pueblo lejano donde las gentes nunca estaban en paz. En sus corazones siempre reinaba la desilusión y la apatía y por ello siempre  estaban de mal humor.

El caso es que lo tenían todo para ser felices, pareja, trabajo, salud... pero aún así nunca lograban serlo. Siempre estaban malhumorados con los demás esperando que éstos les llamasen y les atendiesen como ellos merecían y al ver que esto no pasaba más malhumorados se sentían.

Un día apareció por allí un extranjero y todos los del pueblo salieron a hurtadillas a su encuentro, es un ser extraño, se dijeron los habitantes del lugar.

El extranjero no portaba más que en una pequeña mochilla un poco de pan y queso, agua para el camino y un palo de caminante. Pero no fue esto lo que más sorprendía a la gente,  sino su cara.

Cada vez que se encontraba con alguien en el camino esbozaba una dulce sonrisa y sus ojos reflejaban ilusión y felicidad.

Muy pronto empezaron los cometarios, será rico, decían, tendrá mil mujeres, se murmuraba.

Pero nadie se atrevía a preguntarle por miedo y desconfianza. No obstante entre los habitantes había un niño que no paraba de mirarle. Un día se armó de valor y salió a su encuentro sin que nadie pudiera detenerle y sin ningún pudor le preguntó:

- ¿Eres rico?
- No.- contestó
- ¿Tienes muchas mujeres esperándote en algún lugar?
- No.- contestó
- Entonces ¿por qué sonríes y tus ojos se iluminan?

El extranjero miró al niño, se sentó en una piedra que había en el camino y cogiendo al pequeño lo sentó en su regazo.

“Pues verás, mi corazón rebosa paz por que estoy en paz conmigo mismo, sonrío por que mi alma se alegra a cada paso que doy y mis ojos todavía son los de un niño, es por eso que todo lo que me sucede me ilusiona y me hace feliz”

De pronto se empezaron a abrir las puertas de las casas y la gente empezó a salir de ellas, dentro de un gran silencio se miraron unos a otros y poco a poco sus miradas se fueron iluminando, se dieron cuenta que eran ricos; vivían con gente maravillosa y lo más importante se tenían a sí mismos.

En aquel momento el extranjero, dejando al pequeño junto a su madre se levantó y se fue.

http://www.respuestario.com/como/como-lograr-la-paz-interior-aprende-a-encontrarte-a-ti-mismo

9 comentarios:

Doble DL dijo...

Muy buena la historia. Ojalá toda la gente fuera como el extranjero xDD

La forma de narrarla está bien. Tiene un estilo ágil y es fácil de leer. Aunque quizás yo le cambiaría alguna coma, como por ejemplo:

"No obstante entre los habitantes había un niño que no paraba de mirarle, un día se armó de valor y salió a su encuentro sin que nadie pudiera detenerle..."

Ahí yo pondría:

"No obstante entre los habitantes había un niño que no paraba de mirarle. Un día, se armó de valor y salió a su encuentro sin que nadie pudiera detenerle..."

Pero ya te digo, son cosas sin importancia.

Por cierto, yo también tengo un blog sobre relatos cortos, además de otras cosas, si quieres pásate y comenta. Siempre es bueno ayudarse entre escritores ;)

Nos leemos

Nati dijo...

Gracias por tu visita y tu comentario, me ha servido para corregir mi texto.
Tenemos que esforzarnos para ser "extranjeros".

Daniel E. Vieyra dijo...

Perdón , pero para qué esforzarse
por ser extranjero ?
Esos aparecen cada tanto...
Es muy bueno, un poco de pan y queso.

Pero creo que lo mejor es esforzarse
por ser niño...

Para tener el corazón abierto y hacer las preguntas correctas.

Daniel E. Vieyra dijo...

En cuanto a la forma de la narración,
es muy personal.

Fijate que Cortázar escribió un libro
sin puntuación.

Sin embargo, dentro de un todo, la más pequeña coma, tiene su máxima
importancia.

Nati dijo...

El extranjero es un niño en cuerpo de hombre. Hay que dejar salir al niño, aunque a veces está encarcelado... se buscan las llaves...

Nati dijo...

La perfección puede ser fastidiosa a veces, hay que dejarse llevar y decir hacuna matata!!!!!!!!

Daniel E. Vieyra dijo...

jajaja !

Hakuna mataTA !!!

Tamara dijo...

Que historia más hermosa, me ha encantado. No hay nada más importante para ser feliz, que vivir en paz.

Vi que pasaste por mi casita, pero no te hiciste seguidora, así que supongo que llegaste por casualidad, aun así, muchas gracias por tu visita, encantada de tenerte por allí. Un besazo.

Nati dijo...

Hola Tamara,

Llegué por ilusiones de chocolate de Nube.
Gracias por tu comentario, muy acertado.
Un abrazo