lunes, 1 de abril de 2013

Carta desde Marte


A veces creo que vengo de Marte y aquí en la Tierra no entiendo nada. Todo es demasiado complicado.

En Marte vivimos cada uno a lo nuestro, nos ayudamos, pero siempre cuando antes nos lo han pedido. Aquí las cosas se arreglan con palabras y nadie se ofende.

Todo el mundo sabe quién es y lo que vino a hacer aquí, todos venimos a lo mismo, a hacer de Marte un mundo mejor.

Todo el mundo piensa aquí, antes y después de actuar y nadie se enfada ni se molesta. Todo el mundo tiene un lugar.

Los marcianos no necesitamos políticos, porque aquí existe eso que se llama confianza y que cuesta tanto alcanzar en la Tierra y tan poco cuesta romper. Solo hay gente con gran corazón.

Amamos lo que hacemos porque somos lo que hacemos y así lo entendemos desde niños. Siempre viajamos con una sonrisa y a menudo cantamos a voz en grito y pase lo que pase.

La soledad aquí no existe, cuando empezó esa pandemia la erradicamos con cariño y aprendiendo a dialogar con ella de tú a tú.

Nunca nos escondemos de nuestros actos, sean acertados o no siempre decimos lo que hemos hecho.

No necesitamos justicia, porque ya somos justos y honestos con nosotros mismos y con los demás.

Nuestra carta de presentación es una sonrisa y solo utilizamos las palabras cuando es necesario. Las palabras son como el petróleo en la Tierra, son muy valiosas, es por ello que nunca decimos demasiadas.

Desde Marte, todo es más fácil y siempre hay una canción que cantar o un escrito que colgar en la pared.

En Marte los niños dibujan y pintan, se ponen la ropa de sus padres y se inventan historias, porque tienen un arma secreta que se llama imaginación  y que les invita a soñar.

Cuando los niños dejan de serlo no se olvidan de ella y muy a menudo siguen  soñando y luchando por esos sueños que nadie se atreve a chafar.

Aquí nadie piensa en el pasado ni en el futuro porque se hace innecesario ya que el presente siempre es lo mejor que tenemos aquí, no necesitamos más.

Hablamos con los desconocidos, porque no existe el miedo.

Desde Marte, recibe un cordial saludo.

4 comentarios:

Ana M. dijo...

Tu marte me recuerda mucho al planeta K-pax, de la película de Kevin Spacey que lleva el mismo nombre. Hay cosas que ni se plantean sólo por el simple hecho de que son innatas en su cultura. Como las que tú dices.
Saludos

Nati dijo...

Me has traído a la mente esa película. Volveré a verla. Creo que nuestro deber es el de buscar los por qués y modificar lo que nos sea posible.
Saludos Marcianos ;)

Nube dijo...

Estaría bien ir a Marte aunque sea por vacaciones, todos descansaríamos mejor, nuestra mente también.
Saludos de chocolate.

Nati dijo...

Sí estaría bien ir a Marte ¿Vamos? ¿Quién se apunta?
Saludos