A veces aún conociéndonos a nosotros mismos, nunca sabemos como vamos a reaccionar en según qué situaciones.
El ser humano es extraordinario, somos regalos, todos nosotros somos regalos empaquetados, a veces con muchas capas de papel.
Lo único que tenemos que hacer es convencernos a nosotros mismos de lo maravillosos que somos, dejar de criticarnos y querernos tal y como somos.
Los tesoros a veces están escondidos y se tienen que buscar. La búsqueda de tesoros puede ser apasionante y reconfortante a la vez. Es como un juego, el juego de la vida “buscar para encontrar, para seguir buscado”.
No por hacer más eres más ni por hacer menos eres menos. Somos lo que somos. Como granos de arena de una playa paradisíaca y no podemos vivir aislados del resto porque entonces la playa dejaría de ser playa y por supuesto paraíso.
Los juegos tienen que ser divertidos, así que toma la vida a broma y ésta se reirá contigo y se volverá dulce. Si te la tomas demasiado en serio se volverá amarga.
Intenta beberla a tragos cortos, despacio, disfrutando cada sorbo como si fuese el último, pues no sabes cuando se acabará tu trago. Si te atragantas, recuperarte enseguida, aprende el mensaje y sigue bebiendo y saboreando con el paladar siempre apunto para probar nuevos sabores.
Vivir es experimentar cosas nuevas y sobretodo aprender millones de cosas.
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