miércoles, 17 de abril de 2013

Yo también


Escucho porque yo necesito ser escuchada.

Perdono porque yo necesito ser perdonada.

Ayudo porque yo necesito ayuda.

Quiero porque necesito ser querida.

Yo también necesito.

 
http://aspasi.wordpress.com/category/reflexiones-del-gam/

domingo, 14 de abril de 2013

Hasta siempre


Las despedidas siempre se nos hacen amargas y parece que deseemos quedarnos allí, donde hemos creído perder yo no sé qué cosa.

Pero en realidad solo necesitamos tiempo para volver a caminar, volver a intentarlo, volver a probarlo.
Se debería decir adiós con una sonrisa, sentados en el suelo y diciendo: "Bueno, te quieres ir, pues vete yo estaré bien" aunque sea mentira y estemos destrozados.

Deberían enseñarnos a decir adiós en el colegio, desde bien pequeños, yo de pequeña cuando me iba de colonias y éstas acababan nos hacían cantar la canço del adeus.

Cuesta tanto despedirse de alguien que quieres.... pero hay que hacerlo porque es bueno emocialmente.
 
Y que conste que esto no es un adiós, es un hasta siempre.

http://portanatura.blogspot.com.es/2011/12/desapego-el-arte-de-la-libertad.html
 

domingo, 7 de abril de 2013

Cielo


En un mar lleno de estrellas
me encontré un lucero
que me dijo certero
llegará tu oportunidad soñada
igual que a todas ellas.

http://www.filos.mx/las-estrellas/
 

lunes, 1 de abril de 2013

Carta desde Marte


A veces creo que vengo de Marte y aquí en la Tierra no entiendo nada. Todo es demasiado complicado.

En Marte vivimos cada uno a lo nuestro, nos ayudamos, pero siempre cuando antes nos lo han pedido. Aquí las cosas se arreglan con palabras y nadie se ofende.

Todo el mundo sabe quién es y lo que vino a hacer aquí, todos venimos a lo mismo, a hacer de Marte un mundo mejor.

Todo el mundo piensa aquí, antes y después de actuar y nadie se enfada ni se molesta. Todo el mundo tiene un lugar.

Los marcianos no necesitamos políticos, porque aquí existe eso que se llama confianza y que cuesta tanto alcanzar en la Tierra y tan poco cuesta romper. Solo hay gente con gran corazón.

Amamos lo que hacemos porque somos lo que hacemos y así lo entendemos desde niños. Siempre viajamos con una sonrisa y a menudo cantamos a voz en grito y pase lo que pase.

La soledad aquí no existe, cuando empezó esa pandemia la erradicamos con cariño y aprendiendo a dialogar con ella de tú a tú.

Nunca nos escondemos de nuestros actos, sean acertados o no siempre decimos lo que hemos hecho.

No necesitamos justicia, porque ya somos justos y honestos con nosotros mismos y con los demás.

Nuestra carta de presentación es una sonrisa y solo utilizamos las palabras cuando es necesario. Las palabras son como el petróleo en la Tierra, son muy valiosas, es por ello que nunca decimos demasiadas.

Desde Marte, todo es más fácil y siempre hay una canción que cantar o un escrito que colgar en la pared.

En Marte los niños dibujan y pintan, se ponen la ropa de sus padres y se inventan historias, porque tienen un arma secreta que se llama imaginación  y que les invita a soñar.

Cuando los niños dejan de serlo no se olvidan de ella y muy a menudo siguen  soñando y luchando por esos sueños que nadie se atreve a chafar.

Aquí nadie piensa en el pasado ni en el futuro porque se hace innecesario ya que el presente siempre es lo mejor que tenemos aquí, no necesitamos más.

Hablamos con los desconocidos, porque no existe el miedo.

Desde Marte, recibe un cordial saludo.